Nunca he visto una herida sangrar sin que alguien antes haya intentado abrirla, tengo en el corazón una brecha que divide lo que soy entre lo que tengo y siempre quise y lo que temo perder por tenerlo.
El vértigo solo se cura una vez llegas al suelo y créeme poco importan ya las alturas.
Alguna vez conoces a alguien y te dan ganas de ordenar tu vida y hacer reformas, así que preparas tu mirada más bonita, eres más feliz a todas horas, porque hay personas por las que perderías todos los trenes con tal de quedarte un poco más y no creo que necesitemos pensar en otra cosa para seguir aunque se nos ocurran miles de razones para quedarnos.
Y es que a veces solo nos conformamos con saber que ese alguien esta en algún rincón del mundo, y esperamos a que nos de las buenas noches antes de irnos a dormir.