lunes, 3 de septiembre de 2012

No importa la cantidad sino la calidad, por eso no pido que me quieran mucho, sino que lo hagan de verdad.

Empezar algo que sabes que forma parte de un final es, después de conocerte, la cosa más excitante que he hecho jamás. Es como ese morbo de saborear hasta la última gota con la esperanza de acordarte de ese sabor amargo hasta en la noche más dulce. El morbo de sentir que creo recuerdos que mañana jugarán con mis estados de ánimo, de la misma manera que yo te cedo el turno para que tires los dados y acabes en esa casilla que te hace ganar a siete pulgadas de mi ombligo...Algunos errores son demasiado divertidos como para cometerlos solo una vez. La broma del destino, o eso que se cuela por los poros de mi piel con cada una de tus caricias, alterando mi sistema nervioso hasta yo ya no poder—o no querer—controlar las ganas de perderme entre tus dedos..puede que sea por el simple hecho de que cada lazo de relación acaba corroído por el roce.. ¿Qué más dará a estas alturas? 

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