domingo, 16 de septiembre de 2012

Solo los valientes sonríen al final del día

-Quieres marcharte por la misma razón por la que debes quedarte

-Un pequeño trozo de verdad es suficiente para el que la busca, pero ni la mayor evidencia es suficiente para el que no esta preparado

-¿Que hace que valoremos mas a las personas por su ausencia que por su presencia?

-No merece la pena aferrarte a algo que te hace daño

-Porque para entrar entre pecho y espalda hay que saber pedir perdón y permiso

-Muchos piensan que lo que nos hace fuerte es aferrarnos a algo, pero muchas veces es el renunciar a ello

-La distancia ofrece perspectiva, pero la distancia suele ser enemiga del romanticismo

Es como lo que sucede en el amor. Podemos entender que nuestras ex parejas rehagan sus vidas con una nueva persona  pero por alguna razón nos molesta, al final es solo una cuestión de inseguridades y ego. El temor de que exista alguien que pueda triunfar donde nosotros fracasamos.

Todos cometemos errores que nos hubiera gustado no cometer. Equivocaciones que desearíamos poder enmendar. Nadie acierta siempre .
Otra de las características de los seres humanos es la necesidad que sentimos de repetirnos, repetir comportamientos, errores, historias, sobre todo esto ultimo, pero hay que entender que si sentimos la necesidad de volver a hablar de algo es que, sea lo que sea lo que nos preocupa, aun no lo hemos resuelto. 

Es increíble la manera en la que el tiempo deforma la percepción que tenemos de otras personas. Pero a veces traicionamos nuestros propios recuerdos. Buscamos inmediatamente la conexión, recreamos el pasado para dulcificarlo y manipularlo a nuestro propio antojo, como si fuera plastilina. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario