domingo, 4 de noviembre de 2012

No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay


Mentiras que suenan mejor

Suspira resignada. El problema es que lo único que está consiguiendo es que sienta que sus sospechas van tomando más fuerza a cada minuto que pasa.

Ha perdido la batalla y lo sabe. Y todo por intentar no alejarse demasiado de la verdad. Podría haberse inventado una historia que sonara convincente. Pero no quiere hacerlo. Para ella sería tanto como admitir, entonces sí, que hay algo de malo en la relación con su amigo.

Es curioso cómo cuando mentimos somos más convincentes que al ser sinceros. Quizás porque las historias que inventamos tienen sentido, mientras que la realidad es esquiva, absurda y difícil de entender. Las mentiras nos dicen aquello que queremos escuchar. Suenan mejor, saben mejor. Nos gustan tanto que a veces terminamos por creérnoslas hasta nosotros mismos. 

Como cuando dice que son solo amigos



1 comentario:

  1. No hay nada peor que descubrir que te mintieron banalmente después de esa mentira siempre quedará un halo de duda tras las más convincentes verdades.

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