Jamas he deseado el mal a nadie, pero en ocasiones se agradece que las cosas caigan por su propio peso. Y es que muchas veces no nos damos cuenta de que nuestros actos tiene consecuencias, no somos conscientes de lo que hacemos, o simplemente no nos importa el daño que causamos, pero lo que esta claro es que al final...pagas por cada error.
Una persona cambia por tres razones:
Aprendió demasiado
Sufrió lo suficiente
Se canso de lo mismo
Cierra algunas puertas, no por orgullo ni por soberbia, sino porque ya no llevan a ninguna parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario