sábado, 15 de diciembre de 2012

La verdad de la verdad, es que duele, así que...mentimos

Si no le encontramos sentido es porque no lo tiene. Volveremos mentalmente sobre nuestros pasos, tratando de comprender la secuencia de acontecimientos. Nuestro cerebro intenta ordenar fechas y sucesos de acuerdo a unos parámetros coherentes, pero falsos. El mundo está lleno de actos sin sentido e incoherentes. Amamos, odiamos y cambiamos de opinión a cada instante. Somos una imprevisible caja de sorpresas....Cuantas veces el temor y la inseguridad, el estar atado a lo seguro nos priva de conseguir nuevos éxitos, nos hace renunciar a los cambios, nos hace negar los anhelos y las metas que están grabadas en lo mas profundo de nuestros corazones, cuantas veces la seguridad de poseer algo nos hace renunciar a la posibilidad  de conseguir mucho mas...
No me gusta decir "te quiero" ni que me lo digan. No creo demasiado en las palabras. Y la necesidad que tienen ciertas personas de reafirmar continuamente sus sentimientos siempre me hace sospechar que no son del todo sinceras. Odio que me regalen flores. Las flores se marchitan y mueren. No son útiles, no son duraderas. Se parecen demasiado a las promesas de algunos novios. Pese a todo, no me considero una persona fría o poco sentimental. Pero me interesa el amor verdadero, no los adornos, tonterías y artificios absurdos que parecen fascinar al resto del mundo. Me fascina la esencia del sentimiento, eso que ni se ve ni se comparte, sólo se vive. Todo lo demás me parece palabrería barata, un ejercicio narcisista de gente desesperada por parecer maravillosa.
Nunca quise un cuento, ni tampoco he ido buscando nada; precisamente porque la última vez que me encontraron a mi, me partieron en dos y ese tal 'superhéroe' continuó con su vuelo. Llegó, sonrió y me dejó como la mala bruja que envenena manzanas por doquier para conquistar a los de su especie. Pero bueno. Todo está bien, a pesar de meter los dedos entre costura y costura, para condenarme a las criticas que hoy me resbalan por el orgullo..Y es que ya...no pretendía encontrarte y quien sabe... puede que así no se rellene este crucigrama sentimental, pero sí puedo deciros que mi viejo amigo fue una de las piezas clave para darme cuenta de que las cosas ocurren cuando no las esperas, que no hace falta amor para que alguien te dé cariño, que el cariño hace el amor, o...el amor el cariño, que importa eso ya!, que no hace falta planear las cosas y que son esas noches en las cuales una simple sonrisa y un buen empujón contra la pared consigue poner las cosas en orden, y hacen que el maldito carrusel me deje con ganas de seguir probando vida.

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